lunes, 31 de mayo de 2021

A propósito de los indultos

Ahora que parece que se encarrila la solución a la pandemia, que no se ha creado ese vacío legal del que hablaban las derechas y que otros asuntos empiezan a compartir las portadas de los periódicos, en lugar de trabajar para una mayor y mejor utilización de los recursos europeos, nuestra derecha patria, encuentra nuevos nichos de confrontación, que con toda seguridad, nos acompañaran en los meses venideros.

Sin duda, el que se presenta como más relevante de todos, es el de los posibles indultos a los políticos presos en Cataluña por su participación en los acontecimientos del 6 y 7 de septiembre de 2017, que ya auguran nuevas fotos de Colón.

Un reciente trabajo publicado por el propio Centro de Estudios de Opinión de la Generalitat de Cataluña, pone de manifiesto que los partidarios de la independencia son el 48,7% cuatro puntos por encima del sí, si bien el 75,1 % se manifiesta «muy de acuerdo» o «bastante de acuerdo» en que los catalanes «tienen derecho a decidir su futuro como país votando en un referéndum». Igualmente un 72% de los catalanes se muestran partidarios de que se conceda el indulto a los presos del “procés”, seis de cada diez votantes no independentistas también son partidarios de la medida de gracia.

Quienes a la vista de estos datos, considere que no hay ningún problema político que resolver y que se trata por tanto, de continuar como si no ocurriera nada, adoptando la fracasada estrategia de Mariano Rajoy de dejar pudrirse los problemas y permitir que la iniciativa política la tengan los independentistas, se estarán equivocando de medio a medio, alimentando sin pretenderlo las posiciones más extremas de signo contrario.

Porque fue con la recogida de firmas del PP contra el Estatuto de Autonomía y con la falta de acción de Mariano Rajoy, cuando más catalanes se pasaron a las filas del independentismo, lo que evidencia que adoptando la misma estrategia de entonces, no está escrito en ningún sitio, que las cosas no puedan ir a peor y que el independentismo alcance mayores cuotas de apoyo y representación. Parece evidente también que la política, de mano tendida, aplicada durante estos últimos años por el gobierno de Sánchez al menos no ha empeorado las cosas.

Contra la posibilidad de aprobar los indultos, se han esgrimido toda clase de motivos, destacando entre todos ellos dos, tras el informe contrario del Tribunal Supremo no es posible indultar, ignorando que los informes son preceptivos pero no vinculantes y la falta de arrepentimiento de los condenados, como si este fuera una condición determinante para la concesión, cosa que no lo es.

Pero el principal motivo para la concesión del indulto, ni siquiera tiene que ver con la opinión de los condenados y de su entorno político, el principal motivo tiene que ver con la “utilidad pública” circunstancia esta, también recogida en nuestro ordenamiento jurídico en relación al indulto.

Porque el conflicto hoy, entre catalanes y entre Cataluña y España, no es otro, que quien consiguiera el apoyo de una mayoría amplia de catalanes en favor de la convivencia dentro de España, en el marco de un Estatuto fruto de un pacto, o si por el contrario los partidarios del independentismo continúan aumentado a tal extremo que la independencia se termine haciendo inevitable.

Es en este conflicto por ganar la hegemonía, que está en juego, en el que los indultos pueden ayudar en un sentido positivo a los intereses de España. Es por ello, que se entiende mal que las derechas, adalides teóricas de la sacrosanta unidad de España, en lugar de trabajar para achicar espacios a los independentistas, aprieten para mantener la tensión y la confrontación que sabemos, a ciencia cierta, que defrauda a esa amplia mayoría de catalanes, independentistas o no, partidarios de los indultos y de buscar soluciones negociadas al conflicto político que nos aqueja.

Porque no nos engañemos, este partido se juega en Cataluña e interesa a todos, también a los partidos que en las últimas elecciones catalanas, han resultado perdedores y prácticamente marginales, cual es el caso de PP y Cs, que parecen estar tentados de vengarse por los escasos apoyos recibidos y dispuestos a rentabilizar fuera de Cataluña una oposición cerril e intransigente, a cuantas iniciativas se tomen para rebajar la tensión y alcanzar una salida negociada.

No serán los únicos obstáculos que tendrá el gobierno, por el extremo contrario Puigdemont rechaza frontalmente los indultos, fundamentalmente porque a él y a los que están fugados de la justicia no les alcanzarán y continuaran sin poder regresar a Cataluña, asumiendo que irían directamente a la cárcel en caso de hacerlo. Parece razonable que quienes no se fugaron, pudiendo hacerlo, asumiendo sus responsabilidades ante la justicia, tengan un trato distinto a quienes pensando primero en ellos mismos, pusieron tierra por medio dejando tirados a quienes les dieron su apoyo.

Hay quieres siendo partidarios de rebajar la tensión en Cataluña, no consideran oportuno tomar esta decisión en estos momentos, por el temor al desgaste que puede sufrir el gobierno, pero una vez solicitados los mismos por personas ajenas al gobierno y pasados los trámites judiciales oportunos, el gobierno tiene la obligación de pronunciarse a favor o en contra de ellos, luego no hay posibilidad de elegir un momento distinto.

Hoy en la práctica y desde el plano estrictamente político de la utilidad pública, los indultos parciales, pues los indultados seguirán inhabilitados para ostentar cargos públicos, se convierten en una condición necesaria, aunque no suficiente para la resolución del problema catalán, ayudarán a la mejora de la convivencia y permitirán abordar de forma más serena el debate necesario sobre la relación de Cataluña y España, que no será un asunto ni fácil ni rápido y que tendrá mucho que ver con la evolución de la opinión de amplios colectivos de catalanes que aún no han decidido definitivamente cuál es su mejor opción, porque por suerte esto no es el Úlster, no estamos ante comunidades cerradas, radicalmente distintas y enfrentadas en todos los ámbitos.  Aprovechemos las oportunidades.

Andrés Hidalgo


3 comentarios:

  1. Me gusta este análisis que haces Andrés y que se encuentra muy cerca del posicionamiento, ahora sí, de todo el Gobierno. Puede ser que nos cueste sufrir sus consecuencias en próximos procesos electorales pero si los independentistas, o algunos de ellos, saben leer el alcance de los indultos, podremos acabar esta legislatura con importantes avances sociales. Otra cosa son las reacciones reaccionarias de la derecha de este país. Esas siempre existirán porque no pueden aceptar estar fuera del Gobierno. Por eso barean los poderes que controlan para hacernos hincar la rodilla. Hincaremos la rodilla pero nunca nos derribarán del todo.

    ResponderEliminar
  2. Me parece un análisis certero y profundo del delicado e importante problema. Coincido plenamente

    ResponderEliminar
  3. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar