A la vista de algunas opiniones que hoy recorren las redes
sociales, culpabilizando a los ciudadanos de la Comunidad de Madrid del
desastre de ayer, me animo a dar unas pinceladas a vuelapluma que considero de interés
tener en cuenta.
En primer lugar, no dramatizar. El PP que lleva gobernando
la Comunidad de Madrid 26 años y que tenía asegurado, antes de convocar las
elecciones, el gobierno de la misma para los dos próximos años, no ha conseguido
otra cosa que lo que ya tenía, esto es, valga la redundancia, gobernar los próximos
dos años, eso sí, con menos condicionantes de Cs y de Vox, que ahora uno no estará
y al otro no lo necesitará prácticamente para casi nada. ¿Alguien piensa que si hubiera
habido riesgo real de perder las elecciones, por parte del PP, las habrían convocado? Otra cosa es que la izquierda tenía la obligación de salir a ganar y así lo ha
intentado, con poca fortuna y escaso acierto.
Todas las gentes de la izquierda, tanto política como
social, sabíamos que lo de “Comunismo o Libertad” era mentira, pero lo que también
ha quedado claro es que lo de “Democracia o Fascismo” tampoco es verdad, hoy y
mañana seguiremos teniendo la misma democracia que ayer, garantizada por
nuestras instituciones constitucionales y por un gobierno progresista, la
democracia no está en peligro, ni la dictadura se cierne sobre nosotros. Tenemos
una democracia homologable a la de los países de nuestro entorno, con las
limitaciones que conocemos, a la hora de satisfacer las necesidades de la
población, consecuencia de las políticas aplicadas por los gobiernos que hemos
tenido y con una extrema derecha similar a la que campea por toda Europa, circunstancia
esta que hay que valorar en su justa medida.
Lo que si tendremos los próximos dos años, serán más trasvases de recursos públicos a las actividades privadas en la sanidad, dos
años más favoreciendo la enseñanza concertada frente a la pública, dos años más
de deterioro de los servicios públicos, lo que continuará impulsando el
individualismo, verdadero mal que inocula el neoliberalismo. Asuntos estos, de
los que se tenía que haber hablado en la campaña electoral en lugar de la “alerta
antifascista” que ha imposibilitado poner al descubierto la gestión pasada y el
programa del PP. La nefasta gestión de la pandemia, el abandono de los mayores
en las residencias, la falta de recursos para las personas dependientes y un
largo etc., han quedado sepultados por la bronca, cuatro amenazas y un
alarmismo desmedido.
Una campaña errática por parte del PSOE, que comenzó con la
nominación de un candidato poco apropiado para la coyuntura, que primero se colocó
a la derecha buscando el voto de Cs y después se sumó incomprensiblemente a las
iniciativas de Iglesias, donde no tenía nada que ganar.
La estrategia de la tensión y la polarización, junto a la
candidatura de Pablo Iglesias le ha servido a Unidas Podemos para no quedar por
debajo del 5%, pero no para contribuir a sumar una mayoría de izquierdas, sus
resultados comparados con los de Más Madrid ponen bien a las claras lo limitado
de dicha forma de proceder. El propio Iglesias lo reconocía ayer, su presencia
moviliza más el voto de derechas y de extrema derecha que el de izquierdas. El
buen resultado de Más Madrid es perfectamente atribuible a no haberse dejado
atrapar en dicha lógica.
En la Comunidad de Madrid, tantos años de gobiernos de las
derechas han erosionado la percepción social de lo público, tenemos el mayor
porcentaje de escolarización en la enseñanza concertada de España, la enseñanza
pública solo matricula al 53,8% del alumnado, así como el mayor número de
ciudadanos que tienen seguros médicos privados, cuatro de cada diez madrileños disponen
de estos contratos. El deterioro de lo público ha empujado a muchas personas a buscar
soluciones en el ámbito de lo privado, despreciando lo público y apoyando las
supuestas bajadas de impuestos. El retroceso ideológico entre los votantes de
izquierda es una evidencia en nuestra comunidad.
El PP en Madrid y su Presidenta, han logrado trascender el ámbito
de la propia Comunidad para confrontar de forma sistemática con el Gobierno de
España y contraponiendo frente a las restricciones que imponía la pandemia, la libertad
de abrir bares, restaurante y comercios. Esta temeraria actitud ha encontrado
una significativa acogida en amplios sectores de la ciudadanía, cansados de las
restricciones y del deterioro económico que las mismas traían aparejadas.
Por atroz que pueda parecer, mucha gente que no ha sufrido
la tragedia de la pandemia en sus propias carnes, está más preocupada por los
efectos económicos de la misma que por los sanitarios y ha encontrado en las
proclamas de la Sra. Ayuso un respaldo y un empuje a sus deseos. Solo así es
posible entender el trasvase de votos de la izquierda a la derecha, que aún no
siendo espectacular se ha producido. De una situación pareja con ligera ventaja
para las derechas, hemos pasado a 2 millones de votos en la derecha y 1,5
millones la izquierda.
La izquierda tendrá que reflexionar, analizar lo ocurrido y
tomar medidas, los partidos tendrían que recuperar el carácter colectivo que nunca
debieron perder y salir del dictado unipersonal de los dirigentes, los
populistas sean estos moderados o radicales, tendrán que entender que las ideas
no viven sin organización y en consecuencia organizarse, las ventanas de
oportunidad están agotadas, lo que no se consiga haciendo pedagogía y con trabajo
paciente no se logrará, no hay atajos y esto sirve también para el PSM (PSOE)
que parece carecer de dirección propia.
Hay dos años para abordar las necesarias reformas internas y
discursivas para afrontar las próximas elecciones en mejores condiciones, recuperando
la centralidad del conflicto capital-trabajo y poniendo en primer plano los
problemas de la mayoría, confío en la superioridad moral de la izquierda y en
su capacidad para actualizarse.
Andrés Hidalgo
Hay muchos aspectos a repensar, en torno a los resultados electorales y sus causas, pero me parecen en general,acertadas tus observaciones.
ResponderEliminarDigo
ResponderEliminarPienso igualmente que tus comentarios estan acertados. Sanchez, no el psoe que esta sin pulso, podria dar un nuevo volantazo y mirar al centro de donde no ha pescado ni un voto. Lo hara?
ResponderEliminarAndrés me parece acertadísima tu reflexión. Ni el populismo, ni la polarización, ni los golpes de efecto,ni los atajos oportunistas nos hacen avanzar. La política es la del día a día, la seriedad y la pedagogía.
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